Ley de Conocimiento: Que lo urgente no mate lo importante

El Boletín Oficial de 20 de enero publicó la Resolución 30/2020 de Ministerio de Desarrollo Productivo dejando sin efecto las Resoluciones 1084/2019 del ex Ministerio de Producción y 449/2019 de la ex Secretaría de Emprendedores y PyMe, esta última la que establecía el proceso de inscripción al registro de beneficiarios del régimen de la Ley del Conocimiento. La derogación se justifica en la necesidad de “revisar y adaptar la operatividad y previsiones” contenidas en la Resolución 449/2019, en un contexto en el que la Administración necesita priorizar los ingresos fiscales. Esta Resolución deja en suspenso la aplicación práctica del régimen de la Ley de Conocimiento, y si bien no contiene previsiones en cuanto a los beneficiarios de la Ley de Software que hayan presentado su voluntad de continuar en el régimen de la EDC, éstos tampoco tendrán posibilidad práctica de avanzar con el trámite hasta tanto se reglamente nuevamente, y es incierto que reciban algún beneficio en el interín.

Si bien la actual Administración ha manifestado en reiteradas oportunidades su intención de mantener el régimen de la Ley de Conocimiento, es de esperar que tanto su alcance como sus beneficios sean modificados en forma relevante. Todo el equipo del Estudio Millé está apoyando a las Cámaras involucradas para asegurar que el régimen de la Ley de Conocimiento se ponga efectivamente en práctica. La industria del Conocimiento genera empleo de calidad y exportaciones; es sustentable, inclusiva y federal; aprovechando un insumo no consumible: el talento argentino. La Ley de Conocimiento es la respuesta al cambio de paradigma de la Era Industrial a la Era del Conocimiento. Los 15 años de vigencia de la Ley de Software posicionaron a las empresas argentinas como jugadores globales relevantes, multiplicando el empleo y las exportaciones, demostrando que los costos fiscales se recuperan con una industria que crece y crece a lo largo del tiempo, única con pleno empleo en el país. Esperamos que el diálogo entre las Cámaras y la Administración alcance una solución superadora, justa y equitativa para la sociedad y los beneficiarios, que permita desarrollar la Industria del Conocimiento para que continúe generando más empleo y exportaciones que nuestro país tanto los necesita.